¡¿Pero qué es esto que tengo en la pierna?!

Desde que se tienen hijos sabemos que cambian muchas cosas, el ritmo de vida y del día a día no es el mismo, las prioridades, ni mucho menos son las mismas,… Infinidad de cosas que te hacen percibirlo todo de una forma diferente.

Sabemos que el día a día ya no depende sólo de nosotros, ellos son los auténticos protagonistas ahora. A veces pienso: si ya no parezco yo, soy yo con un pequeñajo pegado a la pierna la mayor parte del tiempo (sí, estamos en esa época, que tarde o temprano pasa, pero…).

Si por ejemplo para hacer la comida hay casi que hacer malabares (mira que procuro tenerlo todo preparado pero hay cosas que hacer en el último momento). Parece que se ha quedado entretenido, enciendes la vitro, pones la sartén y… ya viene! Se sitúa entre tú y la cocina, se engancha a la pierna y “Aupa Aupa”, intentas hacerle comprender que tienes que terminar la comida, que si no, no se come y “Aum Aum”, ahora quiere comer (y ya), “sí cariño, si ahora vamos a comer, pero deja a Mamá que termine de prepararlo, si no tarda nada, sólo es calentarlo y comemos”. Mueve la cabeza con gesto afirmativo, pero… cambia de posición, ahora a la parte posterior (donde la espalda pierde su nombre…), de nuevo se engancha a la pierna y parece que va a volver a entrar por el mismo conducto que salió cuando nació (pero si ya tuvimos bastante en su día, quítate de ahí), pero nada, empieza a llorar como si en realidad le pasase algo grave (aunque sabes de sobra que no es así) y rezas para que los minutos vuelen, “Coque, vamos a poner la mesa… (por ejemplo)”. Al final le terminas cogiendo en brazos (aún sabiendo que peligra tu integridad física porque los dos embarazos han dejado huella en tu espalda y asoma la ciática de nuevo) y además se quiere tirar encima de la cocina,… De nuevo suplicas para que se termine pronto este circo porque se te echa la hora encima, et voilà! Comida terminada. Misión cumplida!

Para ir al wc… Yo hace casi 5 años que no voy sola al wc (cuando están los niños, claro, hay que intentar escoger el horario escolar, pero mi cuerpo creo que esto no lo sabe, jijiji).

Están pasándoselo genial jugando, con los dibus, pintando o lo que sea, y dices: “Este es el momento” aprovecho para ir a hacer un pis y ni se enteran (no digamos si son aguas mayores que el proceso se alarga en el tiempo), pero parece que tengan un radar conectado “Aviso: se aleja Mamá” y saltan las alarmas. Coque se levanta (aún con el trabajo que a veces le cuesta) y abre la puerta del baño, “Hola” te dice super sonriente, “Hola cariño, ves a jugar con Tate que ahora va Mamá”, respuesta “Hola….”, como diciendo, di lo que quieras que aquí me quedo contigo. Bueno, pues te aguantas e intentas terminar rápido, pero en cuestión de un segundo… cha chán… uno más que se une a la reunión, Tate también viene (partiéndose de risa), más que nada porque sabe que me da mucha rabia, siempre le digo que quiero ir al baño SOLA, que si sabe lo que es SOLA, claro que lo sabe, pero será que es divertidísmo venir a fastidiar a mamá. Total que terminas en un minuto porque ya Coque está abriendo el mueble para echarse colonia o sacar todo por si hace mucho que no haces limpieza o algo, Tate ya se está asomando a ver tus posaderas o hacerte el típico comentario de «qué tanguita tan bonito llevas hoy»…

Para ir a la ducha o vestirte: de nuevo pegadito al c… (trasero) o asomado a ver las t… (los pechos), jijijiji, te va persiguiendo según avanzas por el dormitorio y no te deja ni a sol ni a sombra. Ahhhhh! Vale ya! pero da igual, la historia continúa (o empeora).

Ay… (suspiro), qué paz y tranquilidad se respira en una casa con niños… Y una m….! si no te dejan ni m…. (hacer pis o c…), ducharte, vestirte, … lo de la comida, recoger, limpiar, no digamos trabajar… se queda casi en insignificante.

¡¡¡¡Viva la intimidad!!!  Pero, ¿qué era eso?

¿Os ocurre algo parecido?