Casa Rural: En familia

Estos días de Semana Santa hemos ido a una casa rural con la familia. Solemos ir todos los años en estas fechas, siempre que la mayoría pueda. En esta ocasión, éramos 12 adultos más 2 niños (los míos), porque los demás primos no les cuento como niños, ya con más de 15 años…

El día a día con la familia (que además es la familia de mi marido, aunque también esta vez hemos conseguido convencer a mi madre entre todos para que se viniera) o con un grupo de gente con el que estás las 24 horas del día puede ser duro, pero simplemente siendo coherentes, no debe haber problema.

Sé que much@s al leer esto pensarán: Oh, Dios mío! pero cómo te atreves???, pero no, no es el caso. Estaba deseando que llegaran las esperadas vacaciones de Semana Santa, además de pasarlo bien, tenía ganas de ver a Coque desenvolverse en tal ambiente.

Al principio “temía” su reacción, sobre todo al llegar, porque siempre que nos juntamos, al entrar y ver tanta gente se refugia en Mamá y tarda un rato en “soltarse”. Sin ir más lejos en domingo anterior tuvimos un cumpleaños y, creo, le vino bien de adaptación.

El viaje se le hizo un poco largo (y eso que sólo estábamos a un par de horas) pero con unos vídeos le fue más ameno. Nos reunimos en el punto de encuentro para ultimar algunas cosillas y fuimos juntos hacia la casa, llegamos todos a la vez.

Nada más bajarse del coche vi que allí estaban también los tíos y enseguida se quiso ir con una de ellas (buena señal, pensé yo). Estuvimos viendo la casa y alrededores y… sorpresa! Había 2 caballos en la misma finca. Esto para Coque ha sido el punto de referencia de estos días, buscando a cada momento a alguien que le llevase a ver al caballo.

Se ha relacionado con todos, quería jugar con los primos, con Tate, con los tíos… genial. Sabía que Tate estando con los primos (que no ve muy a menudo), sería feliz, pero al ver a Coque buscar a todos, llamarles por sus nombres (a su manera, claro) para jugar, ir y venir cada vez con uno,… me ha fascinado!!!

Por otro lado, está la convivencia, que con tanta gente, si las cosas no se hacen entre todos, mal vamos. La hora de la comida, por poner un ejemplo, ya conlleva un reparto de tareas, que la verdad, como no es la primera vez, todos más o menos, preferimos desempeñar unas u otras y todo a fluido de la manera más natural: yo pongo la mensa, tú el aperitivo, tú la comida, tú recoger,… Así es como las cosas funcionan, siendo una piña, aunque suene tópico, es la realidad.

En definitiva, todos hemos disfrutado un montón de estas vacaciones en familia, los niños los que más, y nosotros con ellos. Una gran experiencia, lo recomiendo.

¿Os animáis a ir de vacaciones en familia?

¿Cuál es vuestra experiencia en este sentido?