Creo que el título lo dice todo, verdad? Llegó el momento de “volar” solo…
Hemos pasado todo el invierno dando vueltas con la bici en el sótano (para quitar el mono) o salíamos cuando el tiempo nos dejaba a dar una vuelta por calles poco transitadas.
A Tate le ha gustado coger la bici desde pequeño, con ruedines, claro. Se quedaba con la boca abierta al pasar algún niño algo mayor que él con la bici y le era inevitable preguntar que él cuándo podría ir sin las “ruedecitas”.
Le regalaron una bici para su 2º cumple, empezamos a usarla enseguida, pero sólo dentro de casa porque eran de las de “iniciación” con rueda dura y avanzar por el asfalto le costaba muchísimo.
Para el siguiente cumple llegó la bici actual, de las de siempre, con sus ruedines y fue un éxito total, aunque hubo una época de utilizar las dos porque la nueva era un poco grande, seguimos saliendo todo lo que pudimos y luego tocó bici de interior (o sea dar vueltas, dentro de lo que cabe, por el sótano, que ya es algo…). Ya empecé a ver que lo hacía bastante bien. Quité los ruedines de la primera bici para que practicara y llegase fácilmente al suelo, creo que vino bien porque cogió más estabilidad, pero ya se nos quedaba pequeño el sitio, necesitábamos salir al exterior, pero tocó racha de todos los fines de semana mal tiempo 😦
Cuando por fin, el tiempo fue mejorando, aprovechaba los fines de semana para salir después de comer a practicar (ya que Papá podía quedarse con Coque en la siesta) y más que nada coger fuerza en las piernas, porque no es igual ir por suelo de baldosas que por la calle (mejor o peor asfaltada), por no mencionar las cuestas en subida o bajada, hay bastante diferencia.
Después de varias salidas, Tate ya estaba ansioso aunque también temeroso… deseaba ir él solo sin ruedines con su bici!!! Coque se quedó en casa con la abuela, y Papá, Mamá y Tate nos fuimos a la Operación ruedines.
Dimos una vuelta como siempre, Papá quitó uno de los ruedines y haciéndole de apoyo cuando se desequilibraba, pero sin llevarle, Tate fue bastante bien. Al lado del bordillo empezaba la marcha y cuando perdía el equilibrio intentaba poner la pierna. Tuvo algún traspiés pero sin importancia, yo no me lo creía… se subía y a continuar con la vuelta.
Ahora sí que sí, llegó en momento, Papá quitó el otro. Antes siquiera de subirse a la bici estaba nerviosísimo, tenía tantas ganas… pero… le daba miedo, también, en ese dilema perdimos unos minutos hasta que fue cogiendo confianza y… Allá vamos!!! Tate sin ruedines, nosotros echando la carrerita para ir cerca, pero él SOLO!!! Algunas veces tuvimos que sujetarle un poco, pero él al verse estable, intentaba rectificar para coger equilibrio como le íbamos diciendo. Todo el proceso, por supuesto, animándole sin parar, que quieras que no, eso también cuenta.
No puedo describir lo contentos que todos estábamos, qué emoción, qué satisfacción! Yo no cabía en mí misma. Todos esos dolores de espalda de intentar el equilibrio, sobre todo al principio, esos “venga, otra vez!” o “intenta tú solo”,… han dado su fruto. Pensé que el paso a “rodar solo” le costaría algo más, la verdad, como siempre, estos chicos nos sorprenden.
Otro reto superado, a por el siguiente!
¿Cuál ha sido vuestra experiencia?
¿Habéis probados las bicis sin pedales? Dicen que es muy bueno para el equilibrio.
Por cierto, Feliz Día del Libro, que no se me ha olvidado, no… 😉
Bravo por el! Que bien lo ha hecho!
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Gracias! Ahora a practicar, ya que parece que el tiempo va acompañando… 🙂
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¡Que guay! Por aqui acabamos de empezar con la bici de ruedas y se le da genial, a ver cuanto tardamos en quitárselas, jajajaja. De eso que se encargue Pocofifi que para algo es biciclista!. Besicos
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Que se dé bien! Además con el biciclista en casa… jijiji
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Un campeón !! Y lo mejor el apoyo que le han dado sus papitos, le han dado mucha seguridad para lograrlo. En nuestro caso aun utiliza triciclo sin pedales
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Todo es cuestión de tiempo pero qué satisfacción cuando superamos un escalón más 🙂
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Uys a mi me queda lejos, hace pocos meses que hemos empezado con la bici de pedales jaja. Me plantee lo de la bici sin pedales pero es que se la dejaban algunos niños del pueblo y nunca la quiso así que no me arriesgue y le cogí directamente la de pedales. Ahora quiero una para mi,para seguirle el ritmo este verano 😉
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Tate ya tenía la de pedales cuando empecé a ver las otras, no me planteé comprar otra, la verdad. Y nos ha ido bien 🙂
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Madre m’ia, si tu hijo va ya fenomenal. Mi peque;o aprendi’o el año pasado «con 8 añazos».
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Tate va a hacer 5, no sé muy bien sobre qué edad se hará (amplia gama, me imagino, como para todo). Creo que como siempre le ha gustado mucho, le habrá resultado más fácil…
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Lo que yo no entiendo son esas bicis que se ven ahora, sin pedales. :O Menos mal que tenemos una guardada de las normales para cuando Pegotito pueda usarla. Eso sí, tendremos que comprar unos ruedines
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Yo tampoco lo entiendo, pero hay muchas, por eso quería yo saber qué tal quien haya probado. Feliz finde!
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Bien!!! Que emocionante! Esos pequeños logros valen muchísimo
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Cierto! Cada logro es una emoción que no tiene precio! 🙂
Feliz finde
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